Frase negativa: No entiendo por qué no es suficiente, nunca es suficiente lo que hago. Tengo sueños, hay muchas cosas que quiero ser, que quiero alcanzar pero por más que intento y me esfuerzo, no consigo hacerlas. A veces miro a mi alrededor y siento como si todos lograran lo que quieren o alcanzaran lo que desean pero yo no puedo, es como si fuera imposible para mi llenar ese espacio. Con esfuerzo y sacrificios he conseguido dar pasos y avanzar pero nunca llego, y nada de lo que hago es suficiente.
Frase
de sanación: Me agradezco, agradezco a mi alma toda su
sabiduría para tomar lo que necesito en el momento en que lo necesito, me
agradezco por los aprendizajes que he asimilado, por mis estudios que, pequeños
o grandes, me permiten tener una capacidad mayor de entendimiento, agradezco mi
inteligencia que me hace entender el mundo que me rodea, agradezco a mi corazón
que, cuando lo escucho, me muestra el camino adecuado, agradezco a mi cuerpo
que me mantiene en la vida, que siente, que me alimenta, que contiene mis emociones
y me permite experimentar la vida tal y como es. Agradezco a las cosas
materiales que, pocas o muchas, son exactamente las que necesito en este
momento y etapa de mi vida para vivir lo que estoy viviendo. Agradezco a las
personas que me rodean actualmente porque con su amor, su odio, su ternura,
alegría, envidia, etcétera, me reflejan y acompañan en este camino de
aprendizaje en la vida. Y sobre todo me agradezco a mi por no ser el 100% que
a veces, fantaseo ser, sino el 100% que realmente soy este día.
Un jardinero estaba preocupado porque no podía hacer crecer el pasto en una orilla de su hermoso jardín. Tenía fama de ser el mejor jardinero y su jardín era alabado por todos aquellos que habían tenido la oportunidad de verlo. Por eso sentía más presión de que todo estuviera perfecto y le causaba preocupación el ver que en una orilla solo había tierra seca y polvosa. Todas las noches regaba la tierra esperando que creciera el pasto verde y brillante. Era tanta el agua que vertía sobre el polvo que se volvía un espeso lodazal; pero no crecía nada, ni siquiera hierbas salvajes. Cierto día, después de escuchar los comentarios que hacían unos visitantes sobre lo seco de la tierra, desesperado, el jardinero cayó de rodillas y dijo “No puedo más, he hecho todo lo que mi cabeza y conocimientos me han dicho que haga y nada ha funcionado, por favor, dime qué es lo que necesitas” colocó su frente en el pasto y comenzó a llorar. En ese momento pasaban dos niñas y el jardinero escuchó que una le decía a la otra “Mira qué hermoso pasto y cómo crece” a lo que la otra le respondía: “El jardinero le ha de poner mucha agua” El jardinero se levantó con una enorme sonrisa, corrió por la regadera y comenzó a regar el pasto que tenía, en lugar de regar la tierra seca. Con el tiempo el pasto creció hasta cubrir toda la orilla del jardín “Hay que valorar lo que tienes, cuidarlo y regarlo para que crezca, no desperdiciar tu mente y corazón en lo que aun no existe” Ese fue su gran aprendizaje.
Fragmento del libro: "El Mago que olvidó su poder (frases y cuentos para sanar el alma)" de Marco Navarro
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Marco Navarro
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