Ella: Sé como mi papá, tan grande como él, tan bueno como él. Tú tienes que ser mejor que mi papá, él no me cuidaba, él no me decía lo hermosa que era, no me demostraba su cariño. Tú lo tienes que hacer.
En el fondo sé que todos los hombres son iguales, pero te voy a dar una oportunidad, yo espero mucho de ti. Veo que tienes muchos defectos, pero sé que puedes cambiar, yo te voy a cambiar, te voy a hacer mejor de lo que eres. Te voy a hacer brillar, aunque en el fondo sé que no vas a poder, porque todos los hombres son iguales, eres igual que él, que mi papá: indefensos, inmaduros, solitarios.
Yo soy más fuerte que tú y que él, soy mejor que cualquier hombre, porque todos los hombres siempre acaban decepcionándonos. Pero sé que tú eres distinto, tienes posibilidades, vas a cambiar, yo me encargo de eso.
Él: Sé
como mi mamá, tan amorosa como ella, tan entregada como ella. Tú tienes que ser
mejor que mi mamá, ella no me ponía atención, no me arrullaba, no me entendía.
Tú lo tienes que hacer.
En el fondo sé que todas las mujeres son iguales, pero te voy a dar una oportunidad, yo espero mucho de ti. Veo que estás loca, histérica como todas, que no sabes nada de la vida pero te voy a cambiar, yo te voy a enseñar, seré tu maestro, tu guía, tu padre y aunque no cambies, te sentirás mejor, no importa que seas igual que todas, indecisa, chillona, parlanchina, chismosa.
Yo como hombre soy más fuerte y mejor que tú, porque todas las mujeres están locas. Pero sé que tú eres distinta, tienes posibilidades, vas a cambiar y yo me encargo de eso.
En el fondo sé que todas las mujeres son iguales, pero te voy a dar una oportunidad, yo espero mucho de ti. Veo que estás loca, histérica como todas, que no sabes nada de la vida pero te voy a cambiar, yo te voy a enseñar, seré tu maestro, tu guía, tu padre y aunque no cambies, te sentirás mejor, no importa que seas igual que todas, indecisa, chillona, parlanchina, chismosa.
Yo como hombre soy más fuerte y mejor que tú, porque todas las mujeres están locas. Pero sé que tú eres distinta, tienes posibilidades, vas a cambiar y yo me encargo de eso.
Frase
de sanación:
Ella: Lo
lamento, te puse en un lugar que no te correspondía. Te pedí más de lo que eras
capaz de darme. Ahora me doy cuenta que yo buscaba un padre y no un hombre.
Me doy cuenta que al no respetarme como mujer, tampoco te respeté como hombre. Hoy puedo ver que eres un hombre común y corriente igual que mi padre, igual que yo, una mujer común y corriente con aciertos y desatinos. Hoy reconozco que no te puedo pedir aquello que no sea capaz de darme yo misma. Hoy soy capaz de reconocerte como hombre ya que me reconozco como mujer, no eres más que yo, no soy más que tú. Somos distintos pero iguales.
Gracias por lo que me has compartido, por tu tiempo, tu compañía, por las cosas buenas y las no tan buenas, todas han sido grandes aprendizajes, hoy entiendo que las mujeres venimos a aprender de los hombres tanto como los hombres aprenden de nosotras.
Gracias por existir y compartir todo lo que eres con todo lo que soy. Te tomo y me doy con amor.
Me doy cuenta que al no respetarme como mujer, tampoco te respeté como hombre. Hoy puedo ver que eres un hombre común y corriente igual que mi padre, igual que yo, una mujer común y corriente con aciertos y desatinos. Hoy reconozco que no te puedo pedir aquello que no sea capaz de darme yo misma. Hoy soy capaz de reconocerte como hombre ya que me reconozco como mujer, no eres más que yo, no soy más que tú. Somos distintos pero iguales.
Gracias por lo que me has compartido, por tu tiempo, tu compañía, por las cosas buenas y las no tan buenas, todas han sido grandes aprendizajes, hoy entiendo que las mujeres venimos a aprender de los hombres tanto como los hombres aprenden de nosotras.
Gracias por existir y compartir todo lo que eres con todo lo que soy. Te tomo y me doy con amor.
Él: Lo
lamento, te puse y me puse en un lugar que no nos correspondía. Te pedí más de
lo que eras capaz y quise dar más de lo que soy capaz. Perdí mis propios
límites, me perdí como hombre y te perdí como mujer.
Hoy puedo ver que sólo eres una mujer común y corriente y que yo sólo soy un hombre común y corriente con aciertos y desatinos. Hoy reconozco que no puedo dar nada que no tenga y no puedo pedir nada que no me haya dado antes. Hoy te veo como mujer, te reconozco y te honro agradeciendo tu feminidad distinta a mi masculinidad, ninguna más grande, ninguna mejor, sólo distintas.
Gracias por lo que me has dado, por tu tiempo y compañía, por todos los aprendizajes compartidos. Hoy estoy dispuesto a aprender tanto de ti como de mí.
Gracias por existir y compartir lo que eres con lo que soy. Te tomo y me doy con amor.
Había una vez: El guerrero más fuerte de la tribu y la princesa más hermosa estaban enamorados, querían unir sus almas para siempre y acudieron al hombre medicina, el chaman de la tribu, para pedirle una protección que los uniera para siempre.
El chamán les pregunto si estaban seguros de querer hacer eso, ambos respondieron que sí, era lo que más deseaban en este mundo, entonces el anciano hombre medicina le dijo al guerrero que subiera al volcán más alto, buscara el halcón más hermoso que encontrara y lo trajera en dos días. A la princesa le dijo que subiera a la montaña más alta y capturara al águila más grande y la trajera en su presencia en dos días, entonces los uniría para siempre.
Pasados los dos días y después de grandes esfuerzos la princesa y el guerrero se encontraron frente al hombre medicina, ambos traían su presa. El chamán les pidió que los amarraran fuertemente de las patas. Una vez amarrados, el águila intentó volar hacia un lado y el halcón hacia el otro, al ver que les era imposible, los animales comenzaron a picotearse el uno al otro con violenta desesperación.
Ante la sorpresa de la princesa y el guerrero, el hombre medicina les preguntó “¿Es esto lo que quieren para toda su vida? Las alas propias son para explorar la inmensidad del cielo y a veces es bueno compartir el vuelo con alguien que tiene sus alas libres, pero amarrar al otro puede ser un suicidio y un asesinato”
Hoy puedo ver que sólo eres una mujer común y corriente y que yo sólo soy un hombre común y corriente con aciertos y desatinos. Hoy reconozco que no puedo dar nada que no tenga y no puedo pedir nada que no me haya dado antes. Hoy te veo como mujer, te reconozco y te honro agradeciendo tu feminidad distinta a mi masculinidad, ninguna más grande, ninguna mejor, sólo distintas.
Gracias por lo que me has dado, por tu tiempo y compañía, por todos los aprendizajes compartidos. Hoy estoy dispuesto a aprender tanto de ti como de mí.
Gracias por existir y compartir lo que eres con lo que soy. Te tomo y me doy con amor.
Había una vez: El guerrero más fuerte de la tribu y la princesa más hermosa estaban enamorados, querían unir sus almas para siempre y acudieron al hombre medicina, el chaman de la tribu, para pedirle una protección que los uniera para siempre.
El chamán les pregunto si estaban seguros de querer hacer eso, ambos respondieron que sí, era lo que más deseaban en este mundo, entonces el anciano hombre medicina le dijo al guerrero que subiera al volcán más alto, buscara el halcón más hermoso que encontrara y lo trajera en dos días. A la princesa le dijo que subiera a la montaña más alta y capturara al águila más grande y la trajera en su presencia en dos días, entonces los uniría para siempre.
Pasados los dos días y después de grandes esfuerzos la princesa y el guerrero se encontraron frente al hombre medicina, ambos traían su presa. El chamán les pidió que los amarraran fuertemente de las patas. Una vez amarrados, el águila intentó volar hacia un lado y el halcón hacia el otro, al ver que les era imposible, los animales comenzaron a picotearse el uno al otro con violenta desesperación.
Ante la sorpresa de la princesa y el guerrero, el hombre medicina les preguntó “¿Es esto lo que quieren para toda su vida? Las alas propias son para explorar la inmensidad del cielo y a veces es bueno compartir el vuelo con alguien que tiene sus alas libres, pero amarrar al otro puede ser un suicidio y un asesinato”
Fragmentos del libro "El Mago que olvidó su poder (Frases y cuentos para sanar el alma)" de Marco Navarro.
Gracias por compartir.
Marco Navarro
www.facebook.com/paginamarconavarro
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