
LOS
HOMBRES SOMOS SENSIBLES
Aunque a veces no lo parezca, debajo de nuestra fachada de
fortaleza, tenemos un corazón que late y que es sensible a las emociones; sin embargo, desde
pequeños se nos prepara para ser protectores, defensores y proveedores, lo cual
no deja mucho espacio para la sensibilidad. Por un lado, esto nos fortalece y
nos da identidad, aunque, desafortunadamente, también es la causa de que el
paro cardiaco sea una de...